Los olmecas ocuparon la región conocida como la Costa del Golfo, un área húmeda y tropical, con ríos y llanuras. La civilización se desarrolló en tres grandes centros arqueológicos: San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes. Estos sitios marcan diferentes fases dentro del desarrollo olmeca.
En este periodo, todavía no existía una civilización olmeca propiamente dicha, pero se empiezan a ver asentamientos agrícolas y pequeñas aldeas en la región. Se consolidan técnicas agrícolas básicas, como el cultivo del maíz, frijol y calabaza, lo que permitió mayor estabilidad poblacional.
Aunque no hay evidencias claras de los rasgos olmecas clásicos, sí se observan indicios de un incipiente desarrollo social y ritual. Es en esta etapa donde la sociedad comienza a organizarse y se sientan las bases para la posterior civilización.
Este es el periodo más importante de la cultura olmeca, cuando se establece como la primera gran civilización mesoamericana. Se destacan:
San Lorenzo Tenochtitlán (c. 1200 - 900 a.C.):
Primer gran centro olmeca, con estructuras monumentales, complejos sistemas de drenaje y esculturas masivas (como las cabezas colosales). Aquí se consolida la organización social y política con un poder centralizado.
La Venta (c. 900 - 400 a.C.):
Después de la caída de San Lorenzo, La Venta se convierte en el centro principal. Se construyen pirámides, plazas y se crean obras artísticas emblemáticas (altas cabezas, monumentos de jade). Se cree que aquí se desarrolla la religión olmeca con sus símbolos de jaguares, serpientes y el jaguar olmeca.
Durante este periodo, los olmecas establecen una red comercial extensa que abarca gran parte de Mesoamérica, difundiendo su influencia cultural.
Características culturales:
Escultura monumental en basalto (cabezas colosales)
Iconografía religiosa (dios jaguar, símbolos astronómicos)
Avances en agricultura y tecnología (sistemas hidráulicos)
Uso del jade y otras piedras preciosas para ornamentos y rituales
Después de 400 a.C., los grandes centros olmecas declinan, posiblemente debido a cambios ambientales, conflictos internos o movimientos demográficos. Sin embargo, la influencia olmeca perdura en culturas posteriores, que adoptan muchos elementos de su religión, arte y organización social.
El centro principal en esta época es Tres Zapotes, que, aunque menor en tamaño que San Lorenzo o La Venta, mantiene la tradición olmeca y adapta nuevas influencias.
Importancia:
Este periodo marca la transición de la cultura olmeca hacia nuevas culturas como los zapotecas y mayas, que tomarán muchos símbolos y prácticas religiosas olmecas.